Amalia Rodrigues nació en Lisboa en 1920. Principalmente, ha sido aclamada por su dramática interpretación del fado, el género musical urbano portugués que surgió en la cultura de la clase trabajadora del siglo XIX en Lisboa. En 1966, actuó en el Lincoln Center de Nueva York y se convirtió en el personaje público más importante de Portugal. Comenzando en 1967, consiguió tres discos de oro consecutivos en Francia, algo que sólo habían logrado los Beatles. Su carrera fue un éxito durante casi 60 años y en 1998 editó el trabajo “O Melhor de Amalia” aclamado internacionalmente. Falleció en 1999.
Fuente:http://spain.real.com/music/artist/Amalia_Rodrigues/
A SOLAS CON EL DESTINO...
Una permanente nostalgia, la historia de amores que se marchan para no volver, tristezas infinitas, un rasgar los sentimientos desgranando las heridas de los afectos, eso es el FADO. De fatum, fata, fatalidad, una energía cósmica que irrevocablemente actúa para hacer cumplir los mandatos del destino. Tampoco hay manera de evitar sentir cierto sacudimiento cuando se escucha el cumplimiento de esas sentencias en la voz de Amalia Rodrígues. Voz que presta su escenario para el histrionismo y la representación lírica del FADO llevado a su máxima expresión.
FADO, lamento de hojas secas pisadas, despeñadero de las emociones, disminución espiritual, un beso frío del silencio, un río sin fuerzas. Sófocles decía que "acostada en medio de la desdicha, el alma ve más". Quizá sea por eso que cuando se escucha, un mágico barniz de transparencia revela las íntimas violencias del corazón. Es que como el sino, es imposible evitar y mucho menos borrar el sentimiento. Por eso el FADO es un a ventana abierta por donde se precipitan las tormentas más íntimas. Una cita a solas.
Frida.
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