PORVENIR DE OLVIDO
Existen almas definitivamente condenadas al destierro
que danzan tontamente su ficción sobre los anillos de Saturno,
haciendo volar, infatigables, sus anhelos de golondrinas,
y aspiran, alegres, el dulce viento del amor.
¡Pobres! Creen haber descubierto los secretos mejor guardados
de las emociones humanas.
Pero el mundo lastima los ojos y los oídos
con sus verdades de amargura.
Después, la memoria trae, tercamente, los recuerdos,
cuyos gritos ensordecedores
rompen, implacables,cualquier intento por huir, por no estar.
Derrota que baila, inclemente, sobre las aguas revueltas
del dolor,
profanando la tumba de sal que construi
para esconderlo de los ojos ausentes que me afligen.
Sólo deseo que ese recuerdo haya muerto fulminado
cuando de nuevo sepulte sus escombros
en la más recóndita soledad
hasta convertirse en un fantasma
víctima de su propio letargo.
Frida.
El otoño se acerca: Se diría que aquí no pasa nada/ pero un silencio súbito ilumina el prodigio: / Ha pasado un angel/ que se llamaba fuego/ o luz/ o vida/ y lo perdimos para siempre. (Angel González).
Derrota
Rafael Cadenas, 1963 (*)
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo que creí
que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo («Ud. es muy quedado, avíspese, despierte»)
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada en cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las FALN y me desespero por todas estas cosas y por otras cuya enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer todo y crear de mi indolencia, mi
flotación, mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros y de mí hasta el día del juicio final.
(*) Rafael Cadenas. Venezuela, 1930. Uno de los más lúcidos poetas y ensayistas venezolanos de nuestro siglo, incluido sin falta en las selecciones de poesía del continente. Su obra incluye Los Cuadernos del Destierro, Falsas Maniobras, Memorial, Literatura y Sociedad , Realidad y Literatura, Anotaciones y En torno al lenguaje. Premio Nacional de Literatura en su país en 1985.
"Poema en línea recta"*
Nunca conocí a nadie a quien le hubiesen roto la cara.Todos mis conocidos fueron campeones en todo.
Y yo, que fui ordinario, inmundo, vil,
un parásito descarado,
un tipo imperdonablemente sucio
al que tantas veces le faltó paciencia para bañarse;
yo que fui ridículo, absurdo,
que me llevé por delante las alfombras de la formalidad,
que fui grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que recibí insultos sin abrir la boca
y que cuando la abrí fui más ridículo todavía;
yo que resulté cómico a las mucamas de hotel,
yo que sentí los guiños de los changadores,
yo que estafé, que pedí prestado y no devolví nunca,
que aparté el cuerpo cuando hubo que enfrentarse a puñetazos,
yo que sufrí la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
me doy cuenta que no hay en este mundo otro como yo.
La gente que conozco y con quien hablo
nunca cayó en ridículo, nunca sufrió un insulto,
nunca fue sino príncipe -todos ellos príncipes- en la vida...
¡Ah, quién pudiera oír una voz humana
que confiese no un pecado sino una infamia;
que cuente no una violencia sino una cobardía!
Pero no, son todos la Maravilla si los escucho.
¿Es que no hay nadie en este ancho mundo capaz de confesar que una vez
fue vil?
¡Oh príncipes, mis hermanos!
¡Basta, estoy harto de semidioses!
¿Dónde está la gente de este mundo?
¿Así que en esta tierra sólo yo soy vil y me equivoco?
Admitirán que las mujeres no los amaron,
aceptarán que fueron traicionados -¡pero ridículos nunca!-
Y yo que fui ridículo sin haber sido traicionado,
¿cómo puedo dirigirme a mis superiores sin titubear?
Yo que fui vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.
FERNANDO PESSOA
FLOR ALBA URIBE
Anuncio mi regreso al límite marcado.
Al reloj con sus rígidas señales,
a las siglas convenidas y ese rictus
que amedrenta
los símbolos vitales.
Sí, ya estoy aquí, vedme desnuda
de toda rebelión, de todo intento,
del fuego primordial de la esperanza,
fracción de vida
con su perfil anónimo.
Ya enjaulé mis ensueños migratorios,
exilié mis verdades insurgentes,
ahuyenté mis fantasmas libertarios
y renegué de
mis locuras esenciales.
Ya soy de nuevo la cifra en el rebaño,
la postulante de toda cobardía,
os invito, sin rencor, al gran evento,
de mis remordimientos
y nostalgias.
DERROTA:
Derrota, mi derrota, mi soledad y mi aislamiento.
Eres para mí más querida que un millar de triunfos,
y más dulce a mi corazón que toda la gloria del mundo.
por ti sé que aún soy joven y de pies ligeros,
y desdeñoso de los laureles que se marchitan.
Y en ti encontré la soledad
y la alegría de ser ignorado y despreciado.Derrota, mi derrota, mi espada brillante y mi escudo;
en tus ojos he leído que ser entronizado es ser esclavizado,
y ser comprendido es ser rebajado,
y ser entendido significa alcanzar la plenitud,
y como un fruto maduro, caer y ser devorado.
Derrota, mi derrota, mi audaz compañera,
tú escucharás mis cantos, mis gritos y silencios,
y nadie sino tú me hablará de batir de alas,
y de la agitación de los mares,
y de las montañas que arden de noche,
y sólo tú escalarás las rocas y peñascos de mi alma.
Derrota, mi derrota, valor que nunca muere;
tú y yo reiremos junto en la tempestad,
y juntos cavaremos las tumbas para todo lo que muere en nosotros,
y permaneceremos de pie al sol con una voluntad indomable.
Y seremos peligrosos.
(Khalil Gibran, El Loco)
JO JOSÉ HIERRO
Se creía dueño del mundo
porque latía en sus sentidos.
Lo aprisionaba con su carne
donde se estrellaban los siglos.
Con su antorcha de juventud
iluminaba los abismos.
Se creía dueño del mundo:
su centro fatal y divino.
Lo pregonaba cada nube,
cada grano de sol o trigo.
Si cerraba los ojos, todo
se apagaba, sin un quejido.
Nada era si él lo borraba
de sus ojos o sus oídos.
Se creía dueño del mundo
porque nunca nadie le dijo
cómo las cosas hieren, baten
a quien las sacó del olvido,
cómo aplastan desde lo eterno
a los soñadores vencidos.
Se creía dueño del mundo
y no era dueño de sí mismo.
Ld LA DERROTA
Calló la guerra, el derrotado
mira sus ruinas, su alma
su escudo roto
la soberbia del vencedor
los astros lejos de él
arden como los días de batalla
en que desenvainó su corazón
con los trapos de la memoria limpia
la espada que empuñó
la pasión que se oxida de noche.
JUAN GELMAN
Muchas gracias, David por tus comentarios. Es una alegría para mí que te hayan gustado estos poemas, con un fondo existencialista y por eso cruda la palabra. Son un retrato de la realidad, aunque ésta los supera con creces. Un abrazo sabanero. Frida.
Publicado por: Frida | 01/24/2009 en 03:02 p.m.
Maginifico tu post, el post de las derrotas,muy buena seleccion de poemas y de la musica. Felicitaciones Frida Marilin de la Sabana.
Publicado por: David Rodriguez | 01/24/2009 en 09:52 a.m.