Gustavo Pereira nació en Punta de Piedra, Isla de Margarita, Venezuela, en 1940. Poeta y crítico literario, se Doctoró en Estudios Literarios en la Universidad de París. Fue fundador del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales y del Centro de Investigaciones Socio-Humanísticas de la Universidad de Oriente. Asume el compromiso social y político. Su poesía es de gran importancia para comprender el nuevo quehacer poético venezolano; de lenguaje directo, imaginativo y acusador. Es uno de los poetas venezolanos más importantes de su generación y de la historia literaria venezolana, latinoamericana. Formó parte del grupo “Símbolo” (1958). Fue director y fundador de la Revista Trópico Uno de Puerto La Cruz. Ha publicado más de treinta títulos, entre ellos: Preparativos del viaje (1964); En plena estación (1966); Hasta reventar (1966); El interior de las sombras (1968); Los cuatro horizontes del cielo (1970); Poesía de qué (1971); Libro de los Somaris (1974); Segundo libro de los somaris (1979); Vivir contra morir (1988); El peor de los oficios (1990); La fiesta sigue (1992); Escrito Salvaje (1993); Antología poética (1994); Historias del Paraíso (1999); Dama de niebla (1999); Oficio de partir (1999) y Costado indio (2001).. Ha recibido algunos reconocimientos, entre ellos, el Premio Fundarte de Poesía (1993), el Premio de la XII Bienal Literaria José Antonio Ramos Sucre (1997) y el Premio Nacional de Literatura (2001).
PARA DESNUDAR A UNA MUJER
Para desnudar a una mujer no hace falta penumbra
ni pericia ni astucia
De nada valen erudición, destreza, brusquedad
Ni siquiera sabiduría
Para amanecer a su lado poco importa
el arrojo, el valor
la treta o la artimaña
De nada sirven apostura o tenacidad
No hay método ni sapiencia ni sistema
que puedan vencer su resolución o su mesura
Para desnudar a una mujer toda presunción es inútil
toda voracidad resulta amarga
todo discernimiento se vuelve melancólica penumbra
Para desnudar a una mujer basta el instante
en que el ciego misterio la envuelva y la estremezca
y restaure en su pecho la incordura
y sepulte su cuerpo en nuestros brazos.
SOBRE SALVAJES
Los pemones de La Gran Sabana llaman al rocío Chiriké-Yetakuú
que significa saliva de las estrellas;
a las lágrima Enú- Parapué,
que quiere decir guarapo de los ojos
y al corazón Yewán-Enapué, semilla del vientre.
Los Waraos del Delta del Orinoco dicen Mejokoji
(el sol del pecho) para nombrar al alma
Para decir amigo dicen Ma-jokaraisa : mi otro corazón
y para decir olvidar dicen Emonikitane
que quiere decir perdonar.
Los muy tontos no saben lo que dicen
Para decir tierra, dicen madre
Para decir madre, dicen ternura
Para decir ternura, dicen entrega.
Tienen tal confusión de sentimientos
que, con toda razón,
las buenas gentes que somos,
les llamamos salvajes.
SOMARI DE LA PIEDRA DE FONDO
Salí a luchar pero me vencieron las furias
Hurgué en lo hondo pero la luz escaseaba
Subí a respirar mas por todo aire aspiré arena
Bajé de nuevo y fui piedra del fondo
y acampé allí
y combatí
pero esta vez contra mí mismo.
EPITAFIO
Prohibido hacer comentarios sobre el difunto
EPITAFIO PARA SER COLOCADO EN LA TUMBA DE CHAPLIN
Puesto que no puedo reír como antes
permitaseme esta forma
de mostrar los dientes
como se debe.
ESCRITO EN LA TUMBA
Q.E.P.D.
(¿Quién lo duda?)
CARTEL DE LA ALEGRÍA
La muerte debe ser vencida
la miseria echada
que haya pájaros en cada pecho.
DESGRACIADO DE AQUEL
Desgraciado de aquel que ante los muslos desnudos
de la amante en el lecho
es capaz de mandarse un discurso.
SOMARI DE LA ETERNIDAD
Todo empieza y termina en la eternidad
Pero la eternidad no sabe de nosotros
Sus pobres soñadores.
SOMARI DE LAS TENTACIONES
La vida apostó a mi lado tentaciones
y a todas sucumbí
excepto la amargura.
EN EL MUNDO NO QUIEREN A LOS TRISTES
Uno tiene derecho a acongojarse
a sentirse vencido
pero en el mundo no quieren a los tristes
Uno está en el deber de levantarse
agarrar su cayado
echar a andar
optar por esconderse entre sí mismo
irse a la misma mierda
desamarrar sus diablos
o simplemente hacerse el monigote
el salsero mayor
el chicle más orondo de la fiesta.
VENGO
Vengo de tres sombras
pero sólo conozco
el desprecio que marcó la calzada
que me conducía a las otras dos.
AMIGO
Cuando se dice la palabra amigo se dice sólo lo indispensable
Vale decir hermano
compañero
familia
La vida que soñamos
El mar
cotidianos sabores
Una cerveza bajo el limpio cielo
El olor a escafandra de cierto muelle
Una calle sola por donde desandamos nuestros huesos
Cuando se dice amigo se dice certidumbre
se dice ternura
se dice costa blanca y común
como un pan
Y se tiene una lámpara encendida en los ojos
Y un resplandor adentro.
LOS POEMAS
Los poemas tal vez sobrevivan
pero serán de otros
como siempre quisimos.
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